En 1966 la Compañía Bananera de Costa Rica decidió empezar a tumbar los bananales del Valle de Coto para sembrar palma africana. Las labores eran más arduas y peligrosas que las ejecutadas en las fincas bananeras.
El protagonista de esta crónica, Sebastián Reyes, era planillero y durante casi cinco años le robó millones a la empresa para dárselo a los peones; además, conoció a una gran cantidad de personajes legendarios y pintorescos de la región.
El 10 de junio de 1984 el sindicato de filiación comunista convocó a una huelga general que duró 92 días. Esto provocó que a la larga la empresa se retirara del país; posteriormente, se desató un hambruna severa por la falta de empleo y la región quedó desbastada.
Estas y muchas otras historias son relatadas en este libro con un estilo claro y lúcido que transporta a los lectores.