Adios, prestino

Además de poesía, Elizondo Arce ha publicado cuento, El santo, el niño y el mar (1980) y La ventana (1983); novela, Memorias de un pobre diablo (1964); la ciudad y la sombra (1971); la calle jinete y yo (1973) y Muerte al amanecer (1982).

Elizondo Arce ha venido revalidando su prestigio como narrador de especial pulso descriptivo, no sólo en el aspecto material, sino en cuanto a la observación de los seres humanos, sus caracteres, conductas y almas. Características que se confirman en la presente novela, donde su tema, más o menos sencillo, cotidiano y plasmado en un estilo semi picaresco, sin muchas pretenciones en el narrado de las historias dentro de un ambiente de humor negruzco, atrapa sin duda la atención del lector.

Por sus escenarios de barrios bajos discurren, en las situaciones las más de las veces ridículas, burócratas, políticos, incluso vividores del deporte. Es precisamente en esa diversidad de circunstancias, donde se revela el conocimiento del autor de esa psicología de pueblo.