A principios del siglo XX, los ideólogos nacionalistas latinoamericanos buscaban modelar símbolos e ideas que pudieran ayudar a establecer la gloria de sus países, a través de la historia, la geografía y la literatura. Por basarse en la anticipación política como premisa y no en la recreación histórica, las novelas El problema (1899) del guatemalteco Máximo Soto Hall y La caída del águila (1920) del costarricense Carlos Gagini, ambas publicadas en Costa Rica, resultan particularmente originales para dicho contexto. Además, la estrategia temporal desplegada en las novelas funcionó para canalizar literariamente la tensión de una región sin proyectos nacionales sólidos ante el efervescente intervencionismo estadounidense. Se trata, por tanto, de dos novelas muy particulares en el panorama literario latinoamericano de fin de siglo.
En el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Costa Rica y Centroamérica, la reedición de estas novelas busca motivar la reflexión sobre las avenidas imaginadas con respecto al futuro de Costa Rica y la región centroamericana. Más allá de si se concretaron o no esos escenarios, partimos del convencimiento de que la literatura es un laboratorio donde se ensayan nuevas configuraciones y, por tanto, hacer esta relectura es un punto de partida posible para discutir nuestro futuro como sociedad. Leerlas con atención nos permite preguntarnos con más claridad qué queremos y qué tanto ha cambiado nuestra perspectiva de lo que significa un mundo mejor.
Verónica Ríos