Entre finales de 1821 e inicios de 1828, Costa Rica pasó de la incertidumbre que suponía esperar a que se aclararan “los nublados del día” a la expectativa de que, en un futuro cercano, se podría cortar “cada día una espiga más” y llorar “una lágrima menos”. Al explorar cómo se transitó de lo primero a lo segundo, el historiador Iván Molina Jiménez emprende un viaje fascinante, por territorios muy poco conocidos de la época de la independencia. Desde sus primeras páginas, el presente libro se aparta de las rutas convencionales para abordar temas tan novedosos como controversiales: la alfabetización popular, las formas de autogobierno campesino, la fiebre por la lectura de novelas, la formación de la flota colonial costarricense, las condiciones en que operaba el transporte por mar, el ascenso empresarial y político de Gregorio José Ramírez Castro y las explicaciones avanzadas por liberales, socialdemócratas y comunistas para explicar el origen de la guerra civil de 1823.