La bendición de las aguas desciende sobre la noche que no terminará jamás, sobre la sabiduría de los átomos y el bullicio de los seres pensativos que dan razón a una de las más eminentes y singulares poéticas de nuestro tiempo: la voz sin sombra de Alfredo Trejos, un poeta literalmente irrepetible, lúcido hasta el extremo en las dicciones que renombran la existencia e instauran con su revelación otra manera de entender el decorado crítico del mundo, la angustia moral de las palabras que descifran la muerte y otorgan sentido a la conmovedora aventura humana.
En este poemario hay hormigas y espejos donde se reflejan las personas en busca de rostro, hay una gravitación de ocultas fuerzas vinculadas a la desobediencia y al amor, puertas de par en par hacia las estrellas y el porvenir de los caminos que conducen a la iluminación de las constelaciones del vidente.